Hombres Maltratados

BASTIDA ABOGADOS cuenta con una dilatada experiencia en defender a hombres maltratados, víctimas de denuncias instrumentales de malos tratos y/o abusos sexuales interpuestas por sus mujeres, aprovechándose de una ley injusta y discriminatoria como la Ley Integral contra la Violencia de Género 28/12/2004. Ley que es aprovechada por muchas mujeres en este país para obtener beneficios en su proceso de divorcio; para evitar que el padre obtenga la custodia compartida, e incluso en procedimientos de Síndrome de Alienación Parental, con el fin de apartar a los hijos definitivamente de su progenitor.

¿Ha sufrido la humillación cuando sin haber cometido delito alguno, su mujer o pareja le ha denunciado falsamente y ha pasado la noche en calabozos?¿ Se ha autolesionado su mujer o pareja con el fin de interponer una denuncia falsa? ¿Ha sentido la humillación de ser esposado y detenido sin haber cometido ningún delito? ¿Ha sido usted el amenazado y sin embargo se le ha impuesto a usted una orden de alejamiento? ¿Ha pasado una o dos noches en el calabozo junto con auténticos delincuentes y luego se ha archivado su causa?, ¿Se le ha impuesto una orden de alejamiento simplemente porque su mujer ha dicho que “ tiene miedo de usted”?

¿Ha sufrido la mayor humillación cuando sin haber cometido delito alguno, su mujer o pareja le ha denunciado falsamente de malos tratos y está a la espera de un juicio en el que el Fiscal le pide prisión para usted?

¿Ha sufrido la humillación cuando sin haber cometido delito alguno, el Equipo Psicosocial adscrito al Juzgado, sin haberle evaluado o sin contrastar con otras pruebas, ha emitido un informe en el que afirma que usted reúne el perfil de un hombre maltratador?

¿Ha sufrido las consecuencias derivadas de una denuncia falsa de violencia de género?, ¿ se ha visto privado de sus hijos durante meses o incluso años, por culpa de su pareja y/o de las resoluciones judiciales?, ¿ha sufrido cómo un juzgado no ha respetado su derecho a la presunción de inocencia?, ¿ ha sufrido cómo un juzgado ha vulnerado sus derechos fundamentales?, ¿ ha sufrido cómo un juzgado le ha suprimido el régimen de visitas de sus hijos ante una denuncia falsa de abusos sexuales?, ¿ ha sufrido cómo un juzgado le ha suprimido el régimen de visitas de sus hijos sin razones de peso?, ¿ha sufrido cómo sus hijos le han rechazado u odiado injustificadamente por la manipulación de la progenitora y el juzgado ha mantenido la custodia a favor de la maltratadora?

Después de haberse visto humillado en las diversas situaciones que hemos referido, y después de haber sido absuelto o haberse archivado su causa por no haber prueba alguna del maltrato, hemos comprobado como ni los Fiscales ni los Jueces no deducen testimonio, es decir, no abren un procedimiento para averiguar qué de cierto había en esa denuncia y si la misma era falsa. Consecuencias para la denunciante: NINGUNA. Consecuencias para el hombre: la humillación de ser detenido y estar en calabozos, orden de alejamiento, pérdida del domicilio familiar, se atenta contra su honor y dignidad al tener que sufrir un proceso largo hasta que obtiene sentencia, verse separado de sus hijos durante meses, años, y en ocasiones de por vida.

¿Por qué acudir a nuestro Bufete?

En Bastida Abogados conocemos todos los mecanismos legales de que dispone un hombre maltratado, así como conocemos todas las manipulaciones de las que se sirven muchas mujeres – recomendadas en muchas ocasiones por despachos de abogados- para denunciar falsamente a su cónyuge o pareja, por lo que tras estudiar minuciosamente su asunto podemos ofrecer al cliente la defensa más apropiada para su situación, y evitar con ello una sentencia que le condene injustamente. Le ayudamos eficazmente a ejercitar acciones penales contra la mujer que ha instrumentalizado una denuncia contra usted –de violencia de género- para que sea juzgada y condenada por haber interpuesto una denuncia falsa.

Nuestro Bufete defiende la igualdad de todas las víctimas ante cualquier tipo de violencia, especialmente la que tiene lugar en el seno de las relaciones de pareja. Por ello cuando la ley de Violencia de Género propició una desigualdad entre las víctimas nos especializamos en la defensa de hombres maltratados. Esta desigualdad, amparada por la legislación vigente, no solo protege a las maltratadoras contra sus parejas o cónyuges, sino que además les proporciona la posibilidad de interponer con impunidad denuncias falsas que conducen al hombre a un angustioso procedimiento judicial y a un aislamiento social difícil de superar, independientemente de que finalmente sea condenado o no.

En vez de dar un paso hacia adelante donde se respeten y protejan los derechos fundamentales de todos los ciudadanos, con la Ley de Violencia Integral de Violencia de Género se dio un paso atrás en un Estado social y democrático de derecho. Dicha Ley ha separado y sigue separando a cientos de padres de sus hijos, mete en la cárcel a otros tantos y continúa destrozando a muchísimas familias. Cuando se hizo esta ley no se pensó –o no se quiso pensar- en los hombres que iban a ser denunciados sin haber cometido maltrato alguno.

El maltrato en el ámbito familiar es una lacra social que padecen tanto hombres como mujeres; sin embargo de los hombres maltratados nunca se habla.

Existe una ideología de enorme influencia social que pretende ocultar que junto a los maltratos padecidos por mujeres existen situaciones idénticas en que son hombres quienes sufren los malos tratos a manos de sus compañeras sentimentales.

La violencia no tiene género, ni raza ni religión, la violencia es un comportamiento que no distingue ni a hombres ni a mujeres, ni clases sociales, ni estatus económico-social-intelectual; sin embargo, las leyes sí hacen distinciones, en este país la ley no es la misma para hombres y mujeres. El hombre acusado por un delito de Violencia de Género es considerado culpable hasta que demuestre su inocencia, porque en este país la palabra de una mujer tiene presunción de veracidad.

Son demasiados los hombres inocentes acusados y condenados en este país por un delito de Violencia de Género, con la única prueba de la declaración de la supuesta víctima.